lunes, 26 de diciembre de 2011

CLIMA DAKAR, CAPÍTULO 3: 2011 - LA ENTRADA EN ARGENTINA, RECIBIDOS COMO HÉROES


Después de haber largado 13 días antes, Juan Manuel Silva y Emiliano Spataro llegaron a San Juan, al final de su undécima etapa del Dakar.
Era tarde, las 21hs. Entraron juntos. Venían juntos. Seguirían juntos.

Antes de entrar al campamento, fueron a llenar el tanque de los McRae. Apenas se bajaron en la estación de servicio, la gente los rodeó, los vitoreó, los aplaudió a rabiar. Fue espontáneo, no era para menos. Esos dos pilotos conocidos, que siempre ven en TV, estaban dando la vuelta al Dakar más duro de los últimos años. Sin experiencia. Sin ayuda arriba del auto. Iban solos, aprendiendo a manejar en cada obstáculo del camino, y tratando de mirar el odómetro (ICO), el GPS y el Iritrac. Iban solos con su oficio, con su experiencia, con su talento, pero también con su orgullo, son sus fuerzas cada vez más sometidas al desgaste, con su deseo de llegar.

Juan Manuel Silva estaba emocionado y prefería hablar de cosas puntuales, no de sentimientos. Conocía su sensibilidad por esos días.

"Un día más. Así lo tenemos que tomar. La verdad que hacía muchos días que no tenía una etapa tranquila como esta. Bah, tranquila… en realidad no fue tranquila, a lo que me refiero es a que fue una etapa sin roturas para mi.

De hecho, cuando lo alcancé a Emiliano, que tenía problemas, lo ayudé y nos vinimos juntos. Cambiamos un semieje de su auto y ahí es como que hicimos un pacto. De acá hasta el final juntos. Hoy se quedó Tim con el motor roto, no nos vamos a poner a corrernos entre nosotros. Asique vamos juntos hasta el final. Eso es lo único que queremos hacer.

Hoy, después de esa reparación, le dije que me siga, que yo iba a marcar un ritmo más conservador. La verdad es que él hizo un mejor rally que yo y si no fuera por esa penalización así hubiera sido. Pero ahora hay que llegar.

En un momento, cuando ya terminábamos el primer especial, veníamos juntos y en una de esas, yo pasé a una camioneta y nos quedó entre medio de los dos. Entonces, como no lo veía atrás de la tierra, le dije a unos espectadores que le hagan señas para que pase y se venga conmigo. Como ya estábamos en la llegada, llegué y me quedé esperándolo. Pero no apareció atrás de la camioneta. Vino una moto. Le pregunté si había visto al Buggy y me dijo que sí. Me preocupé porque no podía ser. Veníamos juntos. Pregunté si me dejaban entrar a ayudarlo y me dijeron que no, que no se puede entrar de contramano. Asique me quedé esperándolo. Por suerte apareció enseguida, unos pocos minutos después. Y seguimos juntos.”

El equipo Pro Dakar había perdido ese día a Tim Coronel, aunque luego llegó y pudo reparar para seguir en carrera, y también a Pascal y su camión Ginaf, "el angel de la guarda" del equipo en carrera. Sólo quedaban los dos argentinos debutantes, asique cuando Emiliano Spataro entró al biouvac, el equipo entero lo recibió con un caluroso aplauso.

“Hoy estuvo duro otra vez. Pinché gomas, rompí un extremo de dirección, rompí una homocinética y encima me quedé en un vado. Que día! Pero bueno, acá estamos. Pudimos llegar con el Pato. Nos vinimos juntos toda la etapa. Fueron caminos muy duros los de hoy, pero el auto se la bancó. Hay que decirlo."

De aquel Spataro casi derrotado en el norte chileno casi no había rastros. Lucía mucho más flaco, el sufrimiento, el esfuerzo, la cantidad de horas manejando casi sin alimento alguno, se empezaba a notar, pero su fortaleza había regresado y su discurso ahora era mucho más optimista.

"Estoy muy contento. Pero muy, muy contento. El calor de la gente es una cosa increíble. Nos dan apoyo todo el tiempo. Nos dan esa fuerza que hace falta para terminar. Ojalá salga todo bien y podamos terminar. Ya estamos cerca. Falta poco. Tenemos un grupo de persona trabajando alrededor que es genial. En el auto vamos solos pero sentimos mucha compañía. Hoy debo decir que estoy muy feliz."

"Me da mucha lástima que no esté Norberto en carrera con nosotros para disfrutar esto. La verdad que tengo una muy buena relación con él, y me hubiera encantado que sigamos los tres en carrera. Me gustaría compartirlo con él también. Hoy con el Pato nos pusimos de acuerdo y vinimos juntos. Ahora hay que llegar y falta muy poco.”

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