martes, 25 de octubre de 2011

LA RESPONSABILIDAD DEL DÍA DESPUÉS


Son sacudidas muy fuertes y generan conmoción. Pero apenas pasaron unos días, de a poco todo empezó a quedar donde estaba y las voces de alarma se empezaron a silenciar. ¿Le dieron lugar a la prudencia?, ¿Le dieron lugar a la espera?, ¿O mostraron que en realIdad eran puro ruido para aprovechar el momento y hablar de lo que todos querían escuchar?

Debe haber de los unos y de los otros, pero paradójicamente, el día que en Indianápolis se hacía una conmovedora celebración de la vida de Dan Wheldon, del otro lado del globo se mataba Marco Simoncelli.

A veces las cosas pasan por algo, como si tuvieran la misión de dejar un mensaje. En realidad, de cada mala experiencia, el hombre debería siempre sacar algo positivo. Aunque sea una enseñanza. ¿Pero alguien se animaría a decir que el accidente de Marco Simoncelli en Sepang podrá ayudar mucho al futuro de IndyCar? Vale intentarlo.

El accidente de Marco Simoncelli, probablemente no se podrá evitar nunca en la historia del motociclismo, al menos mientras las motos sigan siendo el tipo de máquinas que son hoy, donde el cuerpo humano es buena parte de la carrocería misma. Se podrá teorizar sobre la maniobra del italiano para intentar levantar su Honda al momento de perderla, y que eso causó que reingresara a la pista como lo hizo, y se podrá decir, como se dice, que si dejaba ir la moto, sólo hubiera sido una caída más en su campaña. Pero no ocurrió. Volvió a la pista y quedó en la línea de carrera, casi al ras del piso, de espaldas a los competidores que venían. Jorge Lorenzo, el campeón saliente, se cayó en Philip Island una semana antes y quedó en medio de la pista, pero no había tránsito y nadie lo atropelló. En carrera es distinto. Pero de cualquier modo, parece que no hay solución alguna para un golpe como ese en la zona cervical.

Sebastián Porto dijo que con los buzos actuales, los pilotos ya están bastante limitados en sus movimientos y que sería casi imposible hacer una protección cervical rígida para soportar un golpe así. La movilidad del piloto de motos es clave, porque se equilibra permanentemente con los movimientos que hace con el cuerpo en las curvas. Muchos coincidieron en señalar que fue pura fatalidad, porque si se quisiera generar a propósito una situación similar, sería casi imposible de recrear con tanta precisión.

Lo único que se puede hacer con el accidente de Marco Simoncelli, es tomarlo como muestra de las cosas que no tienen manera alguna de arreglarse o evitarse, y comprender que sí se puede intervenir sobre otro tipo de accidentes. El de Dan Wheldon probablemente se podrá evitar en el futuro.

El auto del 2012, con carrocería por detrás de las ruedas traseras para intentar que una rueda delantera de otro auto se trepe ante un contacto, es la solución inmediata, pero quizás no sea la única opción.
Reducir la velocidad y cantidad de autos es la más factible y aplicable también, aunque en Indy 500 no será posible bajo ninguna condición. ¿Entonces?

Se pueden reemplazar los actuales alambrados que atrapan a un auto que vuela por encima de la altura de los paredones, por barreras de Lexan, esos paneles transparentes construidos con un material similar al de las cabinas de helicópteros.

Se pueden construir monoplazas con cabina para proteger al piloto dejando sus características de monopostos con las ruedas descubiertas. Aunque tenga mucha resistencia en el público y hasta en los mismos protagonistas, es una opción que nadie puede negar.

Son algunas posibilidades que tiene IndyCar para intentar que Wheldon haya sido el último en matarse en un óvalo con un auto de fórmula en el mundo.

Es cierto que la gente va a las carreras de óvalos sabiendo que puede ver un gran accidente. Y es cierto también que muchos quizás van sólo a esperar un “Big One”. Pero aún esas personas, esperan que ante el accidente masivo, los pilotos se bajen caminando. Nadie va a ver la muerte de una persona.

En Las Vegas hubo testimonios de video que registraron desde las tribunas el momento del accidente de Wheldon. Mientras la imagen se iba a lo lejos intentando ver qué pasaba con los pilotos involucrados, en el audio sólo se escuchaban lamentos, llantos y mucha tristeza.

La fiesta deportiva se había arruinado. Padres consolaban a niños en las gradas. Algunas mujeres a sus hombres desolados, y viceversa. No está bueno que pensemos que puede seguir pasando y nada más, que es un deporte de riesgo y ahí adentro meter cada cosa que pasa.

Otro video de un aficionado dio la vuelta al mundo mostrando cómo a los rescatistas de la carrera de Moto GP en Sepang, se les caía la camilla en la que transportaban a Marco Simoncelli. Una locura. Su padre, Paolo, que llegó en un scooter al lugar del accidente casi tan rápido como la ambulancia, confesó que se acercó y al tocar a su hijo se dio cuenta que ya estaba muerto. Terrible saberlo, pero eso no exonera al sistema de rescate de la responsabilidad de asistir a un herido de acuerdo a un protocolo.

La ambulancia estaba detrás del guard-rail, en el césped, y no en la pista, y estaban llevando a Simoncelli desde el lugar del accidente hasta la ambulancia y no al revés, debiendo pasar la camilla por encima de la defensa metálica. ¿Cómo puede ser? El traslado de un accidentado severo debe ser con sumo cuidado, inmovilizado, y la menor cantidad de metros posible hasta una ambulancia o helicóptero. Eso sí se puede cambiar para que no se repita. Probablemente, como dijo el padre del piloto italiano, no fue causal de su fallecimiento. Seguramente es así. ¿Pero alguien puede asegurarnos que en otros casos de menor gravedad eso no desencadene un cuadro más complejo aún?

No se trata de buscar culpas o responsabilidades, pero sí se puede aprender, siempre. Aún de una tragedia, para que algo cambie y quizás no se repita.

1 comentario:

  1. Si se puede evitar no es un accidente... axioma que divide claramente lo de IndyCar del tema motos. En cuanto a Indy, me provoca cada vez más la sensación de estar frente al Coliseo Romano: algunos se manifiestan en contra, otros se abalanzan para ver lo que sucede, algunos piensan y trabajan para evitarlo. Pero las cosas llegan a este punto porque se permiten. En cuanto a las motos, es más delicado el análisis: está en la esencia y la física de este deporte la probabilidad de que cosas así se repitan... y al menos hoy no se ve una manera real de evitarlas. Siendo uno de los deportes motores más vistosos para el espectador, es también sin dudas el más riesgoso. Estas desgracias plantean preguntas muy profundas para quienes lo practican. Motivación... convicciones, sensación de invulnerabilidad... todo se cae ante una muerte así. En cuanto a la ambulancia y los camilleros... imperdonable. De haber estado mal herido pero viable, pudieron haberlo matado.

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