sábado, 10 de septiembre de 2011

TC2000: FIN DE UNA EPOCA DE ORO... ¿VENDRA OTRA?


La dinámica del automovilismo es tan vertiginosa que a veces pasa sin que los propios protagonistas se den cuenta, y con frecuencia, se escuchan frases como, “ya no me siento cómodo en éste ambiente”, o “cambiaron los códigos de mi época a ésta”, o “los compromisos extradeportivos de hoy son importantes, pero no para mí, que sólo siento placer por hacer mi trabajo”.

Y es que el mundo cambió y el crecimiento del automovilismo ha llegado a lo que hoy tenemos como una industrial pujante, entre otras cosas, a costa de esos cambios. El primero en decir estas palabras quizás haya sido Juan María Traverso, cuando no. Pero porque Traverso habla, y como pocos lo hacen. Antes, un día Oreste Berta se cansó y se fue. También Guillermo Maldonado lo hizo, simplemente se fue y ya no volvió. Y después de Traverso también se fueron otros. Primero Tito Bessone, después Oreste Berta hijo, que está sólo como visitante ilustre y pronto dejará de estar también. Y hoy lo hace Edgardo Fernández. Todos ellos fueron los grandes protagonistas de una Época de Oro del TC2000, aquella que comenzó en 1985, y terminó acaso en 1996.

El mundo cambió, y para los románticos de otros tiempos, éste no es el lugar en el que sienten deseos de seguir. Dicen que se cansaron, que cumplieron un ciclo. Pero sólo con sentarse a hablar con cualquiera de ellos y recordar épocas, se les ilumina la vista. La pasión la siguien teniendo, lo que cambió es el lugar donde aplicarla.

No está bien ni mal. Pero con ellos se va una forma de entender el deporte que no se repetirá. Códigos de comunicación. Códigos de acción. No eran corderitos en la pradera ni mucho menos. Eran salvajes leones peleando por la presa: ganar.

Los pilotos se chocaban. Se vengaban. Los equipos se denunciaban. Se buscaban ganar con ingenio al límite de los reglamentos. Pero el interés era más puro. Había una competencia mucho más feroz. No había interés corporativo.

Lo que cambió es que hoy la mayoría de los pilotos sólo hacen lo que el Sponsor les pide, y no hacen ni dicen lo que los incomoda. Lo que cambió hoy es que los dueños de equipos son socios o responden a un interés superior al de sus propios equipos, se interesan en que al rival le vaya bien, hasta se intercambian ingenieros y recetas.

Claro, lo que cambió es que los reglamentos técnicos ya no son lo que eran. Antes cada preparador hacía todo el auto, ahora le dan las suspensiones, las estructuras, las relaciones de caja son fijas y los motores únicos. Ya no hay preparadores de motores.

No es peor que antes. Es distinto. Porque así como ya no estarán ellos, los que nos quedamos en el automovilismo vamos a seguir disfrutando de una vuelta de clasificación al límite, veremos caer y caer récords de las pistas porque la tecnología avanza, nos emocionaremos con esos mecánicos esforzados que, sin dormir dejaron un auto listo y al día siguiente el destino y su piloto los premia con una victoria, temblaremos con accidentes que nos corten la respiración, conoceremos nuevos talentos que empuñen un volante y sorprendan, y tantas cosas que el automovilismo seguirá teniendo siempre. Al menos mientras los autos tengan motores a explosión y un piloto que los maneje.

1 comentario:

  1. Estimado Diego. No puedo más que coincidir una vez más con tu mirada. La mía está plena de nostalgias por aquellas cosas que el pasado se llevó consigo, pero sigo vibrando con cada clasificación, con cada maniobra de "maestros"... al tiempo que lamento profundamente la desaparición y extinción progresiva de los "códigos". Hoy por momentos parecen riñas de gallos más que competidores del más alto nivel. Lo de este domingo pegándole a Pecho es apenas una muestra... un botón de un chaleco que con pocos cambios podría lucir mucho mejor. Mi más cordial saludo y el respeto de siempre.

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