domingo, 24 de julio de 2011

LA PARIDAD QUE NOS COMPLICA LA VIDA



“Terminemos con la paridad. Ya está. No hay que hacer más nada. Miren lo que es esto…” Oscar Aventín se golpea el pecho orgulloso porque hace tres carreras que en una clasificación de TC hay entre 30 y 33 autos en un segundo.

“Ya lo dijimos en Rafaela. El reglamento está perfecto. No se toca más nada”.

El equilibrio es notable. Éste fin de semana, el viernes en especial, había un auto de cada marca en las cuatro primeras posiciones. Chevrolet, Dodge, Torino y Ford, en ese orden.

Cuando comienza una temporada, suele haber diferencias generadas por los cambios técnicos, deportivos y hasta reglamentarios, lo que permite cierta flexibilidad de resultados. Cuando está terminando un campeonato, hay autos con lastre (al menos en el TC), hay un título en juego y hay otro tipo de emociones, que no pasan por los sobrepasos sino por todo lo que está en juego. Pero cuando el año pasa su meridiano, es cuando los equipos han logrado pulir su puesta a punto base, reformar y corregir los defectos, afianzar las relaciones humanas de los grupos.

Entonces, está muy bien que Oscar Aventín haya esperado a Julio para decir que no se harán más cambios. La experiencia seguramente le habrá enseñado a darle tiempo a las cosas y no dejarse llevar por reclamos e influencias.
Pero entonces ahora hay que preguntarse,¿Tanta paridad es la que está atentando contra el espectáculo? ¿Hay una tendencia a la cual prestar atención o es sólo un momento?

No es un problema del TC. Es un problema del automovilismo argentino. Mejor andan los autos, mejor doblan, mejor aceleran, más resisten las gomas, menos se gastan los frenos, mas parejo se pone.

Que el TC2000 no haya permitido a pilotos que hayan penalizado por la tabla de hándicap, recuperarse y llegar a la punta fue un síntoma, porque no fue en Resistencia únicamente, sino que se repitió en Termas, una pista ancha y muy rápida.

Que al Turismo Carretera le haya pasado algo similar éste domingo en Río Cuarto, reafirma lo mismo. Son tan parejos que diez autos clasifican en una décima de segundo. Entonces ¿Cómo pasar al de adelante? Una décima… imposible medir.

La llegada de los motores de más potencia al TC2000 debería traer nuevos aires. Habrá necesariamente un período de transición que recorrer, y en ese lapso de tiempo habrá cambios, diferencias, y espectáculo.

La llegada de más potencia le hace falta al TC con urgencia también. ¿Llegará en 2012? ¿Cuánta potencia extra será? No se trata de ser la más potente del país, o no serlo. No es ese el tema. Tiene que ser una potencia que modifique la forma en que están puestos a punto los autos, que modifique la costumbre de manejo de los pilotos. Que los sorprenda, que les permita desarrollar una sensibilidad distintiva. Hoy llegaron al techo. Clasifican 15to. y les suena a mal resultado, pero están a 3 décimas de segundo. ¿Cómo puede considerarse un mal resultado?
¿Se entiende la idea? ¿Alguien tomará el problema y se dará cuenta que es maravillosa la paridad pero no sirve? Al menos es mi idea…

1 comentario:

  1. totalmente de acuerdo, tanta paridad hace mal, al piloto, al publico al sponsor, a todos se debe buscar la forma de modificar la monotonia,con algo que rompa lo conocido hasta hoy.
    a pensar.

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