domingo, 1 de mayo de 2011

EL DIA QUE LA F1 CAMBIO PARA SIEMPRE


Pasaron 17 años. Parece mentira. Ese 1 de mayo de 1994, Ayrton Senna Da Silva, como lo conocimos corriendo los campeonatos Sudamericanos de Karting en 1979 y 1980, dejó a la Fórmula Uno sin mística para siempre.



Adelaida. 7 de noviembre de 1993. Ayrton Senna sale a pista para disputar su último Gran Premio de Fórmula Uno corriendo para McLaren. Ron Dennis, antes que suba al modesto MP4/8 Ford, le pide que corra esa carrera como siempre, que intente ganarla, que olvide las diferencias personales entre ambos y trate de disfrutarla. Senna lo mira casi incrédulo, y le dice que se quede tranquilo, que aunque no se lo hubiera pedido, él pensaba hacerlo de ese modo, porque así corre siempre.



Quizás fue una coincidencia, aunque para muchos fue una señal. Ese Gran Premio de Australia tuvo un enorme significado para la historia del automovilismo, porque el último gran duelo de hombres sobre autos de Fórmula Uno terminó ese día. Ganó Senna, y en el podio, invitó a subir al escalón más alto a Alain Prost, su gran rival, su enemigo, que había sido segundo y se retiraba consagrándose Campeón Mundial por cuarta vez. Senna heredaría su puesto en Williams a partir de 1994. Prost accedió a la invitación del brasileño, y ambos unieron sus manos y las levantaron, dando por terminada una larga y dura disputa personal que había empezado en 1989, cinco años atrás, en Imola… nada menos.



Gran Premio de San Marino. 23 de abril de 1989. La grilla de partida tiene a Alain Prost y Ayrton Senna en primera fila. Ambos le habían sacado un segundo y medio a Nigel Mansell, que había sido tercero con Ferrari. Estaba claro que en condiciones normales, la carrera quedaría para los McLaren Honda, pero no se sabía para cual de los dos pilotos. Ambos pactan que quien largue mejor, doblará la primera curva sin ser atacado por su compañero. Después sí, habrá carrera libre.



En la largada, Senna se va adelante con claridad, pero la competencia se detiene en la cuarta vuelta por el tremendo accidente de Gerhard Berger en Tamburello. Al reiniciar la prueba, el brasileño larga peor que Prost y pasan por esa curva con el francés adelante. Pero al llegar a la Tosa, Senna va por la punta y sorprende a Prost, pasándolo. Ese fue el día en que todo comenzó, aunque para Ayrton había empezado en Estoril 88, cuando el francés lo apretó contra el externo de la recta en la largada, a pesar de lo cual el brasileño lo superó desde el segundo lugar de largada. Una vuelta más tarde, cuando Prost lo quiso pasar en plena recta, Senna lo llevó contra la pared en represalia a la maniobra anterior. El francés ganó esa batalla.



Suzuka, 22 de octubre de 1989. Después de luchar y pelar dialécticamente todo el año, Senna y Prost llegan a Japón. El brasileño debe ganar, sino Prost se consagrará campeón inmediatamente. Senna larga desde la Pole, pero Prost lo supera y se va adelante. La persecución dura hasta la vuelta 46 de 53. Senna mete el auto por la cuerda en la frenada de la chicana. Prost anticipa su maniobra y empieza a doblar el volante hacia la derecha antes de la curva. Ambos autos se tocan y quedan detenidos sobre la prolongación de la recta, fuera de la línea de la chicana japonesa. Prost baja de su auto y comienza a quitarse el casco. Senna, desesperado, hace señas a los comisarios de pista para que lo empujen hacia las hileras intercaladas que estan sobre el escape de la recta, para evitar que alguien corte camino.



Pasa haciendo zig-zag por entre esas filas de gomas y vuelve a la carrera con la trompa rota. Para en boxes, cambia la trompa, y retorna a la carrera. Alcanza a Alessandro Nannini y lo pasa en la misma chicana, para ganar la carrera y seguir en la lucha por el título. Sin embargo no alcanza a subir al podio. Los Comisarios Deportivos, influenciados por el entonces Presidente de la FISA, Jean Mariel Balestre, amigo personal de Alain Prost, lo desclasifican por haber vuelto a la carrera sin respetar la pista original.



Tras un verano turbulento, en el que se lo llega a suspender, se le aplica una multa de 100.000 dolares y se lo trata como a un delincuente, Senna estuvo a punto de dejar la F1. Pero regresa, sin la suspensión, con la multa y una disculpa pública por escrito que Senna nunca firmó en verdad. Todo vuelve a comenzar en 1990. Senna y Prost se enfrentan nuevamente, pero ahora en equipos distintos. El brasileño quedó en McLaren, Prost pasó a Ferrari.



Suzuka. 21 de octubre de 1990. Gran Premio de Japón. En la condición opuesta a la de un año atrás, Prost y Senna llegan peleando el título, pero esta vez, quien debe ganar es el francés.



El miércoles, al llegar al circuito, varios pilotos, incluído Prost, piden a los Comisarios Deportivos que consideren cambiar la Pole del lado interno al externo. La respuesta es que lo estudiarían. Senna hace la Pole nuevamente, por tres décimas sobre Prost. Pero el domingo a la mañana, en la reunión de pilotos, los mismos Comisarios informan que no se cambiará el lugar de largada, quedando por la línea derecha de la pista, Pero además, advierten que no se podrá adelantar pisando la línea de la entrada a boxes, que coincide con la cuerda de la chicana, el lugar más claro de sobrepaso en Suzuka. Casi el único.



Nelson Piquet pregunta que pasará si un piloto queda en la chicana detenido por un trompo o un toque como el de Ayrton y Alain en 1989. La respuesta es que deben regresar y retomar por la chicana. Entonces Piquet, molesto, les explica que es un peligro, porque implica regresar de frente a quienes vienen lanzados a más de 300 km/h desde la curva 130R. Los Comisarios dicen que entonces, si les parece bien, permitirán que se haga la chicana de gomas para regresar a la pista después de la variante. Senna no lo puede creer. Increpa a los Comisarios Deportivos y les pregunta si eso es una broma. Un año antes le habían quitado la carrera de las manos por hacer esa maniobra, consagrando Campeón a Prost, y ahora permitían que se haga esa maniobra sin que él siquiera haya sacado el tema. Se levanta y se va del Briefing.



Senna va a la largada sabiendo que perderá con Prost. Larga desde la Pole por la parte sucia de la pista. Si Prost larga bien se irá adelante, y en el único lugar de sobrepaso ahora no se puede intentar la maniobra. Es como salir a ser segundo. Senna decide hacer justicia por mano propia. Efectivamente larga mal y la Ferrari lo supera. Entonces, al llegar a la curva 1, Prost se abre levemente para tomar el radio de giro ideal y Senna mete la trompa de su McLaren. Al cerrarse el francés, Senna golpea su rueda trasera y ambos se despistan. El Campeonato Mundial de 1990 se define de la forma más bochornosa, pero no sólo por la maniobra de Senna a Prost. Sino por las anormalidades que han empezado un año atrás, y que manejadas por Prost –Balestre, han empujado al brasileño a tomar esa decisión.



Fin de la historia. Ya no pelearían un campeonato. Senna fue campeón en 1991 con Prost despedido de Ferrari a mitad de año, e inactivo en 1992, año en el que Senna padeció también el descenso de Honda que se retiraría para 1993. El francés regresó ese año para ser Campeón con el Williams Renault electrónico, mientras el brasileño hacía maravillas para ganar en Brasil, Donington, Mónaco, Japón y Australia con un motor Ford “flaco”, incapaz de correr contra nadie.



Ahí, en Adelaida fue ese podio. Y ya no se volvió a encontrar con Prost cara a cara, porque el francés no fue a Brasil ni Aida en 1994. Y apareció como comentarista de la TV francesa en Imola.



San Marino, 29 de mayo de 1994. Ese viernes se estrella Rubens Barrichello. Al día siguiente, sábado 30, se mata Roland Ratzenberger. Senna va al hospital a ver a ambos, es el único piloto que lo hace. El sábado, cuando tod termina, se queda hablando con su amigo, el médico de la F1, Sid Watkins. La relación con el inglés se había estrechado en 1990, cuando Martin Donnelly se accidentó en Jerez, en las prácticas para la clasificación del Gran Premio de España. Senna había ido a verlo y le preguntó que había que hacer en esos casos. Quería saber como socorrer a un colega si un día estaba ahí antes que los médicos.



Dos años antes, en el Gran Premio de Bélgica de 1992, en la práctica matinal del viernes, Eric Comás se accidentó en Blanchimont, una de las curvas más veloces de Spa Francorchamps, justo antes de la chicana del Autobus. El golpe del francés fue de frente contra el guard rail externo. La rueda delantera derecha del Ligier Renault golpeó la cabeza de Comás, que quedó inconsciente en el auto, en medio de la pista, acelerando a fondo. El primero en llegar fue Ayrton, que detuvo la marcha de su McLaren, se bajó y corrió de frente al tránsito, en medio del humo, a salvar a su colega. Senna llegó al auto, lo vió a Comás sin conocimiento, cortó la electricidad del auto y detuvo el motor que estaba bombeando combustible. De acuerdo a los consejos de Watkins no lo tocó, pero le hablaba e intentaba evaluar que tenía hasta que llegaran los servicios médicos.



De vuelta en Imola '94. Tras el accidente de Ratzemberger el sábado, Watkins y Senna conversan. Senna llora. Nunca había vivido un accidente fatal en su carrera deportiva de Fórmula Uno. watkins le pregunta a Senna porque no se retira. "Ya has ganado todo, eres exitoso, joven, el piloto más rápido del mundo, ¿Por qué no nos retiramos y nos vamos a pescar?”, le propone. Senna contesta “No puedo hacerlo, soy corredor de autos”.



El domingo a la mañana, Eric Comás comparte la reunión de pilotos con Senna en Imola en 1994, se sienta en la silla a su lado por primera vez en diez años de Fórmula Uno. Lo nota tan preocupado por la seguridad como estan todos, proponiendo hacer algo para mejorar la situación que tanto preocupa. Así largan la carrera, pero en la qunta vuelta, al llegar a Tamburello, ve el auto de Senna destruido, y los paramédicos asistiendo al brasileño que había salvado su vida dos años antes. Comás frena justo adelante del helicóptero que aterrizó en medio de la recta. Mira la situación, y se da cuenta que llegó tarde, que nada puede hacer él por Senna, y que la situación es grave.



Mucho se dijo de las causas del accidente de Senna. La teoría de la barra de dirección cortada fue la que más gente creyó. Las pericias determinaron que no fue así. La mecánica del accidente mostró en la adquisición de datos del Williams, que las ruedas estaban dobladas al momento del impacto, y que la barra estaba haciendo fuerza, es decir, que Senna estaba doblando la dirección, y ésta respondía.



Finalmente se concluyó que lo ocurrido había sido provocado por el mínimo despeje que el auto tenía respecto al piso para mejorar el downforce. Por eso las chispas. Esa carrera fue la primera vez que ingresó un Safety Car en Fórmula Uno. Había sido aplicado ese año, y debido al accidente de la largada entre Letho y Lamy, la carrera estuvo neutralizada varias vueltas. La temperatura de los neumáticos había bajado mucho, tanto que el auto había bajado la altura peligrosamente. Al tener un despeje por debajo del mínimo, la combinación de las ondulaciones y la velocidad de Tamburello, una curva que como decía Piquet no era tal, sino una recta torcida, hicieron un coctel letal.



El auto de Senna quedó con las ruedas traseras en el aire por un instante. El derrape del tren trasero fue inmediato. La corrección de Senna hacia afuera, fue el reflejo natural. Entonces, cuando las ruedas volvieron a tomar contacto con el piso, la tracción disparó el auto hacia afuera. Ya no pudo controlarlo a pesar de volantear nuevamente, pisar el freno y hasta el embrague. Se estrelló.



La rueda delantera derecha del Williams se desprendió, pero no fue lo que golpeó su cabeza, sino el brazo de suspensión superior. Perforó su casco justo donde está la visera, provocándole una herida mortal en la cabeza. Giuseppe Pezzi, responsable de seguridad del Imola en ese entonces, fue uno de los primeros en llegar. Vio las heridas en la cabeza de Senna, antes que llegue Watkins.



Sid Watkins estaba en el auto médico en la chicana de ingreso a la recta principal. Cuando el Safety Car se retiró y reiniciaban la carrera, vio a Senna lanzarse con tanta velocidad que lo impresionó. Algunos segundos después, en su radio anunciaron un grave accidente. Bandera Roja, había que dirigirse con urgencia a Tamburello. Watkins sintió que se trataba de Senna a pesar de no tener la información precisa. Al llegar lo asistió en el habitáculo del Williams. Al ver el estado crítico, decidió practicarle una traqueotomía ahí mismo, entonces lo retiraron del auto y comenzaron las maniobras para salvarlo.



En ese momento, Senna exhaló largamente. Watkins dice que sintió que su alma se había ido. Todavía hoy se pregunta cómo no pudo hacer nada para convencerlo el día anterior, para que no corriera el Gran Premio.



En Santa Rosa, La Pampa, ese día había una competencia de una categoría hoy desaparecida del automovilismo argentino, llamada SuperCart. En esas carreras corrían varias figuras, como Ernesto Bessone, Silvio Oltra o el clan Di Palma. Luís Rubén Di Palma, había ganado su serie, y estaba en los boxes cuando se enteró de la terrible noticia de la muerte de Ayrton Senna.



Di Palma admiraba al brasileño. Entonces se quedó sentado en su box, sin hablar con nadie. Y allí permaneció en silencio, mas de una hora. Su auto estaba en el Parque Cerrado. Nadie lo iba a buscar por orden suya. No quería correr. Lo convencieron. Entonces fue a la grilla de partida y largó la carrera, pero apenas una vuelta estuvo en la pista.



Al pasar por la recta principal, el motor del Torino explotó en plena recta principal. Di Palma había bajado a segunda en lugar de pasar a cuarta. Lo rompió. Se bajó del auto, volvió caminando, y ante la pregunta sólo dijo: “Hoy estoy enojado con el automovilismo”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario