lunes, 9 de abril de 2012

¿POR QUÉ AHORA SÍ GANÓ GIROLAMI?


Pasaron tres carreras de Turismo Carretera, y como si el destino hubiera querido poner el ejemplo más claro que nunca, sólo dos autos se destacaron en las tres. El Torino de Néstor Girolami y el Chevrolet de Matías Rossi. ¿Por qué? Intentemos entenderlo.

Si bien es cierto que ganaron Lionel Ugalde y Leonel Pernía, y es cierto también que muchos mostraron los dientes en alguna de las tres, el secreto para que sólo Rossi y Girolami siempre estuvieran ahí fue su frialdad y la de sus equipos, para no ganar.

La ecuación que combina puntos y kilos ya pasó tres temporadas completas de exámen, y aunque el discurso sea que “hay que ganar apenas sea posible”, la realidad es que aun siendo esto cierto, si el auto del que se dispone es sólido, rápido y estable, lo ideal es sumar la mayor cantidad de puntos posibles antes de cargar kilos. Al menos los suficientes puntos para no poner en riesgo la clasificación al Play off. Esa experiencia de tres años con el mismo sistema, indica que con 100 puntos se entra a la Copa de Oro. Entonces, si se tiene la herramienta competitiva que Rossi y Girolami comprobaron tener, una vez que se superan los 50 puntos, ya se le pueden echar 30 kilos a cambio de otros 20 puntos más, que los dejen cerca de 70. Ahí nomás de la clasificación. Sería catastrófico que no puedan sumar 30 puntos en siete carreras, cuando sumaron 70 en cuatro. ¿Se entiende?

Nadie dice que es fácil ganar en TC, ni mucho menos decidir cuándo ganar. Pero si pasan las carreras y el auto siempre está adelante, se puede improvisar el resultado durante la final misma. Lo importante es estar ahí arriba, para poder decidir qué hacer. Lo hizo Girolami en Mar de Ajó, dejando entrar por afuera a Ugalde en la largada misma, y lo volvió a hacer en Paraná.
Lo hizo Rossi en Paraná aduciendo problemas de temperatura que lo llevaron a levantar en medio de la final y apretar al final otra vez, y lo hizo nuevamente en Mendoza, cuando pasó a Girolami al comienzo para ser segundo, pero cuando Werner se quedó y se encontró en punta, misteriosamente entró mal en un curvón y cedió pasó a Girolami por afuera en la recta siguiente.

Después explicó que tenía una molesta ida de trompa en ese curvón 2, que le impedía salir rápido a la recta opuesta. Esa fue la situación por la que optó por un estilo molesto para sus rivales, aunque para nada cuestionable desde las leyes deportivas. Hizo lenta la horquilla de frenada de esa recta opuesta, y ocasionó algo tan viejo como las carreras de autos, que se compliquen los rivales detrás suyo y se eliminen entre sí.

De todos modos, cometió un desliz en la vuelta 20, cuando hizo bien rápido el curvón 2, en el que decía tener esa barrida de trompa, y salió muy cerca de Girolami como para atacarlo en el frenaje de la horquilla. Después de la carrera, el propio Girolami confirmó que en esa vuelta, su auto no tuvo ninguna dificultad y transitó los curvones como en todas las anteriores, sin embargo lo sorprendió que Rossi fuera tan rápido.

¿Qué quiso hacer Rossi con ese intento? Quizás quiso ver si era posible pasar al Torino como para ganar, pero cuando vio que no iba a resultarle sencillo porque Girolami, ésta vez, sí quería ganar, era mejor quedarse con el segundo lugar, dejar que el cordobés cargue los 30 kilos y deje de molestarlo adelante en las próximas carreras.

¿Suena Macchiavelica la historia, verdad? Pero no es descabellada. Para cargar kilos es necesario saber que lo que se perderá no será tanto como para no sumar los puntos necesarios. Como quedó escrito al comienzo, con un buen colchón de puntos, se puede ir por la victoria.

¿Y si a Rossi le va mal en Trelew y no puede ganar? Claro que es un riesgo, puede pasar, desde ya. Pero su auto sin kilos será competitivo en Termas o en Río Cuarto, o en alguna de las siguientes seis carreras. Es más probable que ello ocurra mientras no tenga kilos y el potencial que ya comprobó en tres pistas completamente distintas entre sí, en las que su Chevrolet siempre fue competitivo.

Las discusiones sobre el planteo de Rossi son de tono elevado, pero tanto él como Girolami hicieron lo que el reglamento los obliga a hacer para ser fuertes candidatos al título. ¿Por qué ganó Girolami antes que Rossi? Porque al hacer tres poles, tenía sies puntos más que Rossi. ¿Sáben cuántos puntos hay entre ser primero y segundo? Cuatro.

El año pasado, tanto Girolami como Rossi entraron justo a los Play Off. Rossi estaba 12mo. a dos carreras de terminar la etapa regular. Girolami entró sólo porque Mauro Giallombardo le cedió la victoria en la última vuelta de la última carrera.

Vale sólo una última reflexión, que le roba éste periodista a Matías Rossi, extraída de una webcam que hizo el piloto del JP Racing el sábado a la noche desde Mendoza. Ganar una carrera no sólo es complicado porque te carga 30 kilos, sino también porque te inhabilita a sumar más de 11 puntos en el resto de las finales, porque si vas al podio cargas 20 kilos por el segundo lugar y 10 por el tercero, y ahí sí, se termina de complicar el campeonato.

¿Ven que ya tienen todo medido estos muchachos?

Después vendrá la otra discusión. Las maniobras de Rossi para retener un puesto y la complicación al resto. Pero ese es otro tema, que quizás no se juzgue en el tráiler de los Comisarios Deportivos, sino en la pista entre ellos.

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