sábado, 21 de enero de 2012

HAY COSAS QUE NO SE DEBERÍAN VENDER


Después de tres años de ausencia, el Campeonato Mundial de Rally regresó éste año a Mónaco para correr el tradicional Rally de Montecarlo, la carrera más tradicional de la historia de ésta disciplina, que no se comprendía cómo pudo faltar tanto tiempo por el “bendito” sistema de rotaciones de la FIA.

Pero a dos semanas del inicio del rally, la empresa promotora North One Sports enfrentó severos problemas financieros y jurídicos, lo que llevó a la FIA a rescindirles el contrato inmediatamente.

El Rally de Montecarlo fue el primer perjudicado, pero el WRC en su conjunto quizás lo pague por mucho tiempo, aun confirmando a Eurosport como nuevo promotor desde el Rally de Suecia. El interés del mundo por saber cómo fue Montecarlo, dejó más expuesto aún que WRC no sólo había cedido todos los derechos de televisión, sino de difusión en general a esa empresa, y ahora no tiene nada.

Se perdió la difusión de la carrera, pero se perdió también el canal de consulta de todo el planeta, que era el sitio web oficial, www.wrc.com , el cual está completamente detenido desde antes de la largada. No se pudieron seguir la carrera On-Line, y el Automóvil Club Mónaco fue quién se encargó de publicar los tiempos para que el mundo los pudiera conocer.

Una enorme desprolijidad, que empeora la ya pobre imagen del Mundial de Rally, que sigue pasando por uno de sus peores momentos históricos con sólo dos equipos oficiales con programas completos y pocos inscriptos, pero sobretodo, con una falta de credibilidad que se profundizó en las últimas dos temporadas.

Vale tomarlo como ejemplo para aprender algo. El automovilismo en Argentina está pasando una época de cambios grandes. El desembarco de Clarin comprando TC2000 y Carburando, la empresa que televisaba la totalidad de los campeonatos argentinos de pista hasta 2010, generó un cambio en el mapa de éste deporte.

Así, la categoría que siempre fue la bandera de Carburando, el Turismo Carretera, tuvo que compartir espacios con TC2000, lo que a ésta la potenció notablemente. Al mismo tiempo, Top Race eligió otro camino, salir del paraguas de Carburando y buscar en otro canal, la televisación de su campeonato.A primer ojo de vista pareciera que salió perdiendo. De hecho, pilotos que sólo corren en Top Race se han encontrado varias veces con una pregunta muy antipática ¿No estás corriendo más?

Sin embargo, ni una posición tiene todo bueno, la de TC2000, ni la otra, todo malo, la de Top Race.

El Campeonato Argentino de TC2000 de 2011 fue probablemente el peor organizado desde que la categoría dejó de ser una asociación y pasó a ser una empresa. No sólo tuvieron severos problema de calendario, sino que además terminaron perdiendo la carrera más emblemática de la temporada, los 200km. de Buenos Aires, y no pudieron concretar la anunciada carrera en las calles de Buenos Aires como cierre de campeonato. Sólo dentro de la categoría saben quién tuvo la responsabilidad de tantos errores, si quienes estaban desde antes, y habían logrado tantos pasos positivos, o quienes llegaron hace poco e introdujeron una nueva forma de hacer las cosas.

Paralelamente, Top Race, dueño único de su destino, había tomado decisiones equivocadas que le causaron grandes problemas, sin embargo las pudo corregir, o al menos algunas de ellas, y reencauzar su camino. Duro, difícil, pero propio.

Parte de esa dureza tuvo que ver con los medios de comunicación. El vacío que se hizo con la categoría tuvo que ver en parte con el manejo de las relaciones con las organizaciones periodísticas, pero otra parte con la salida del paraguas oficial en el que estaban. Se llegó a escuchar que la guerra estaba declarada, y que los pilotos serían presionados para no correr en Top Race. Por suerte, todavía eso no ocurrió.

El rol que han tomado los medios de comunicación en el destino de las categorías ha desvirtuado todo. No es ninguna novedad, existe hace mucho, pero pareciera que ahora tienen mayor protagonismo o poder que nunca antes.

Cuando llegó la inversión de Clarin al automovilismo argentino, a la mayoría le pareció una buena noticia, porque impulsaría a la actividad a niveles de popularidad mayores. Visto hoy, cuatro años después, algo no funcionó como se esperaba. El automovilismo no creció mucho, de hecho los niveles de rating se mantienen iguales, pero además el TC2000 pasó un año terrible, que terminó con el retiro de dos terminales en el mejor momento histórico de la industria automotriz. No es un tema de crisis como ocurrió en el 2002 (cuando se retiraron VW, Peugeot, Mitsubishi y Chrysler), sino más bien parece un problema de costos y planificación.

El 2012 es una prueba de fuego. El cambio a los motores V8 puede salir bien o mal, y no es ser “opositor” decirlo. Pero un cambio tan trascendente como el que harán, quizás debería haber tomado un año más para pruebas y certezas. No sólo de cuestiones técnicas, sino también de costos reales. El primer y único auto se puso en pista por primera vez en noviembre de 2011, y el campeonato empieza el 11 de marzo.

Los argentinos estamos acostumbrados a “quijotadas”, de esas que parecen imposibles pero finalmente salen bien, con un esfuerzo increíble, con mucha gente sin dormir una semana antes, y con una gran capacidad de amoldarse a lo que toca para seguir adelante. El callejero de Buenos Aires parecía una “quijotada” de esas y salió mal. Se sigue adelante con la promesa de correr la segunda carrera del 2012 en las calles porteñas, pero todavía no se sabe cuánto más rápido andarán los nuevos autos, ni cuánto resistirán las direcciones hidráulicas, ni cuanto aguantarán las gomas con la nueva potencia, entre muchas otras preguntas sin respuesta. Aun así, planifican correr en abril entre muros en el centro de la cuidad más importante de la Argentina.

La aventura de los V8 puede salir bien o mal. Si sale bien será casi una hazaña, si sale mal, un tsunami. ¿Vale la pena el riesgo de tsunami?
Esta es la vinculación del cierre de la nota con el comienzo. Ante la crisis de una empresa de medios, el mundial de Rally se quedó repentinamente sin difusión oficial. Quedó expuesto el riesgo que puede asumirse innecesariamente al venderle todo a un tercero que no es parte.

Esa misma empresa es la que desde hace dos años se ocupó de mostrarle al mundo desde adentro de los autos, cómo los pilotos levantaban para no ganar, sin medir las consecuencias que ello tuvo en el público que miraba atónito frente a un TV. No es que antes no existía, pero no es lo mismo verlo tan claramente.

Para ellos la prioridad era otra. Era mejor mostrar algo fuerte, resonante, novedoso, sin entender que iba contra el espíritu deportivo. El descrédito del campeonato subió notablemente. Hoy, las redes sociales permiten conocer la opinión de los aficionados con inmediatez.

La confianza se construye a lo largo de los años, y se destruye en un instante. El prestigio también, y jugárselo a una lotería es muy peligroso.

Zapatero a tus zapatos…

2 comentarios:

  1. Muy buena nota. Y hay que agregar que el Turismo Carretera superpuso una fecha con la del WRC en Argentina

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