Esteban Guerrieri logró en Iowa su tercera victoria de la temporada de IndyLights y alcanzó así su misma cantidad de éxitos de 2011, su primer año en la categoría. A diferencia del año pasado, su segunda temporada en EE.UU. lo muestra en otro nivel de maduración deportiva. Quizás por la distancia, quizás por el idioma, o sólo porque nuestro automovilismo y sus temas eclipsa lo que pasa afuera, nos cuesta entender el valor de lo que Guerrieri está haciendo en las pistas norteamericanas.
Que la categoría tenga pocos autos, entre 15 y 20 según la carrera, no tiene que ser un condicionante para medir la calidad. Incluso a diferencia del año pasado, en 2012 es más competitiva aún. En su primer año, Guerrieri tuvo que luchar sólo con Josef Newgarden, ambos dentro del mismo equipo Sam Schmidt Motorsport. Este año, además de luchar con Tristan Vautier, uno de sus compañeros de equipo nuevamente, hay otros pilotos con autos muy rápidos y buena experiencia como Sebastián Saavedra y Carlos Muñoz, o el propio Gustavo Yacaman, que ya ganó una carrera y está cuarto en la tabla detrás de Guerrieri, Vautier y Saavedra.
Pero lo que se está empezando a llamar mucho la atención de Guerrieri, no solo en los equipos de IndyCar, sino también en la prensa especializada, y formadora de opinión, es su carisma, su mente fría y efectividad.
Cuando al comienzo del año no logró hacer las esperadas Pole Position del 2011, fue tercero, segundo y primero en las primeras tres carreras, y después ganó Indianápolis largando último, y pasando autos implacablemente por afuera, generando sorpresa en todos quienes miraban.
Sin embargo, aunque no fueron rutilantes, los resultados que obtuvo en Detriot y Milwaukee, fueron claras muestras de serenidad en momentos complicados. En el callejero clasificó bien pero su auto no tenía ritmo y cayó hasta el octavo puesto indefenso por completo. Apareció un Pace Car y decidió entrar en boxes a cambiar sus gomas, volvió a la pista para no perder la vuelta y en la siguiente volvió a entrar y cambió valores de amortiguador para aprovechar mejor ese nuevo set de neumáticos. Regresó a la pista último, 12do. y al relanzarse la carrera, empezó a avanzar hasta el sexto puesto, cuando se quedó sin gomas, aunque ya había logrado su cometido, meterse entre Vautier y Saavedra, sus rivales de campeonato. Misión cumplida.
En Milwaukee fue peor todavía. El auto, por alguna razón propia o ajena, no tenía un bue setup, y clasificó mal, sexto. Hacía calor y las gomas no soportarían el esfuerzo de una carrera rápida. Esteban supo esperar su momento, fue quinto desde la primera vuelta, y en el último cuarto de carrera, pudo alcanzar y pasar a Muñoz y Carbone, pasarlos y terminar tercero, nuevamente pegado a sus dos rivales de campeonato. Con menos auto, “sacó agua de las piedras”, y fue efectivo, sin errores, con la mirada en el objetivo final: el título.
En Iowa Vautier estaba otra vez adelante pero por la mínima diferencia. Guerrieri lo corrió desde el inicio, y sabiendo que el tráfico sería complicado, esperó su momento para atacarlo. No hizo falta demasiado tiempo, porque a la primera oportunidad, buscó pasar al francés y éste lo bloqueó. La sanción de los Comisarios Deportivos fue inmediata, y el camino se liberó para la victoria de Guerreri, que de todas maneras tuvo que resistir el ataque final de Gustavo Yacaman, tras un incómodo Pace Car que les dio bandera verde a tres giros del final.
La efectividad quedó más asentada que nunca antes. Pero si algo llama siempre la atención de los norteamericanos, es el personaje, el carisma. Y Esteban Guerrieri, que empezó casi como un juego con su ametralladora virtual como modo de festejar las victorias, sin saberlo llamó tanto la atención que ahora la prensa empieza a destacarlo también por eso.
Tras ganar en Iowa, varios medios gráficos hicieron mención a su modo de celebrar los triunfos con algo “políticamente incorrecto” como es ametrallar a todos parado sobre el monocasco de su auto, pero sumamente atractivo. Así como Helio Castro Neves cuando gana, se trepa a los alambrados como “Spiderman” y todos están pendientes de ese momento, Guerrieri genera atención en el país de los Cowboys por hacerlo con su propio estilo.
Los medios hablan de él y dicen que ya está preparado para IndyCar. Los americanos adoptan extranjeros con facilidad, especialmente si llaman su atención como personaje además de deportista. ¿Será el camino?
Hola Diego, muy buen blog, ya lo estoy siguiendo (como sigo todos los domingos a la noche "Máxima Velocidad"), y lo agrego en el mío como "blog amigo".
ResponderEliminarUna pregunta, ¿dónde se puede ver algún video o fotos que hayas tomado en tu visita a Nurburgring?
Te dejo el link de mi blog, con mi colección de autos de competición en escala 1/43; muchas fotos de las miniaturas, y también de los autos reales (te pueden interesar):
http://juanhracingteam.blogspot.com.ar/
Y además, la historia de una foto que me sacó mi papá en 1967 con el Fiat 1500 de Carlos Reutemann.
Date una vuelta.
Abrazos desde Paraná!
Juanh
Diego, si no actualizas el blog, cerralo, o no lo publicites en Veloz-mente
ResponderEliminar