miércoles, 28 de diciembre de 2011

CLIMA DAKAR, CAPÍTULO 7: 2009 - ANDRÉS JUNCO, UN EJEMPLO DE VIDA


Andrés Aurelio Junco es un marplatense que con 41 años decidió correr el Dakar Argentina-Chile 2009 porque era el sueño de su vida. Sin muchos recursos económicos pero con el corazón y la ayuda de muchos amigos, pudo hacerlo, y fue uno de los héroes que completó la aventura más difícil del deporte motor en el globo.

Pero su historia se hizo más heroica aún por algo de lo que no quiso hablar, a pesar de lo cual no pudo evitar que se supiera apenas un día antes del final. Poco más de dos meses antes de la largada, le detectaron leucemia, aparentemente en un grado relativamente leve, dentro de la gravedad que de por sí, esta enfermedad tiene.

Sin embargo siguió adelante con su proyecto de correr el Dakar. No se entregó ni bajó los brazos. Después se supo que en Puerto Madryn y en La Rioja se hizo chequeos, porque el tratamiento requiere un seguimiento preciso del estado de su sangre.

Roberto Berasategui, el periodista de La Nación que siguió la carrera, contó que cuando se enteraron de la noticia y le consultaron, Junco hizo un largo silencio, y luego respondió:

"El Dakar es un gran desafío. Deportivo, pero principalmente, personal. Esto me permite saber hasta dónde puedo dar. Quiero llegar a Buenos Aires, completar esta carrera. No quiero ser un ejemplo, pero quizás esto le pueda servir a mi hijo, para demostrarle que si uno quiere hacer algo, puede lograrlo. Hay que proponérselo, nada más."

Tomar contacto con este testimonio helaba la sangre a todos. Junco tiene un hijo que en ese momento tenía 8 años, que lo recibió en Buenos Aires y lo acompañó en el podio. Su papá es su ídolo, como no podía ser de otro modo.

Haber terminado el Dakar para Andrés Junco fue una demostración de lo que la voluntad puede hacer en un hombre. Y él la tuvo. Hoy, tres años después, largará el Dakar 2012 desde su ciudad, Mar del Plata, con la KTM número 88. Cuando lo vean, apláudanlo especialmente. Es un verdadero ejemplo.

1 comentario:

  1. Diego... cuántas veces en la vida decimos "no puedo", cuando en realidad simplemente habría que decir "no quiero". Plagamos nuestra vida de excusas, cuando en realidad lo que falta es la motivación y voluntad para "atrevernos a querer". Esta historia me pone la carne de gallina y me recuerda mis propios "no puedo".

    ResponderEliminar